En la primera mitad de 2024 la actividad económica se vio afectada, y el rubro de caución no fue la excepción.  

El freno al financiamiento de la obra pública nacional, y la reducción de las transferencias discrecionales tuvieron un impacto notorio ya que representaba alrededor de un tercio de las operaciones. 

Adicionalmente, la crisis del sector de la construcción profundizó la contracción del mercado. La construcción registró una caída acumulada al 11/2024 del 28,5% contra mismo período 2023, siendo uno de los sectores más demandantes del rubro de caución. 

Para el segundo semestre del año comenzaron a observarse los primeros efectos de la política económica implementada por el gobierno, con una marcada desaceleración inflacionaria, un tipo de cambio más estable, recuperación de la actividad, expansión del crédito, y una creciente expectativa en torno a las medidas de desregulación e incentivos a la inversión. Estas políticas enfocadas en la macroeconomía trasladaron una mayor presión sobre la eficiencia y competitividad de las empresas.

El sector energético y minero fueron de los más preponderantes en la demanda, impulsados por la necesidad de inversiones en infraestructura y el marco regulatorio favorable para el desarrollo de proyectos estratégicos.

Las políticas de desregulación tuvieron impacto en algunos riesgos como la eliminación de los VACR (Valores Criterio), otros como el de la cuota 0 para viajes estudiantiles fueron actualizados, y llegaron nuevos como los del sistema de descuentos no obligatorios para ANSES, este último siendo exigido a primer requerimiento. Sobre este último punto consideramos que es clave preservar nuestro mercado de fianzas condicional y evitar que se vuelque a primer requerimiento, dado el impacto negativo demostrado en siniestralidad y resultados en los pocos mercados regionales que operan bajo este esquema.

En Premiar, a pesar de las dificultades del rubro en 2024, cerramos un gran año. Supimos adaptarnos al contexto rápidamente, y junto con la fuerte generación de negocios e incorporación de productores, logramos consolidar nuestro crecimiento.

Para 2025, la economía argentina se proyecta entre las cinco de mayor crecimiento en el mundo. Este dato tomamos con cautela ya que, al ser un año electoral, y con la posible salida del cepo, se pueden generar escenarios de gran volatilidad. Sin embargo, un resultado exitoso derivaría en un clima aún más propicio para la inversión, lo que nos genera expectativa en torno a las garantías asociadas al RIGI.

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